El vestuario del Real Madrid celebra la resurrección de Karim Benzema. El francés ha hecho seis goles en los tres últimos partidos, pero lo más importante es que ya se le ve sobre el campo con una frescura y finura que no había tenido desde que comenzó el presente curso. Varias veces hemos explicado que no hizo una pretemporada correcta, lo que le pasó factura más adelante. Luego, se quedó sin Mundial y con el nuevo año tampoco encontraba su mejor estado de forma. Pero no ha sido hasta este último parón de selecciones cuando realmente ha terminado de estar al cien por cien.
Benzema, que ya no va con Francia, aprovechó el último parón de fútbol de clubes para hacer un trabajo individualizado en Valdebebas que le ha permitido ponerse a punto para afrontar los últimos dos meses de competición. Al igual que con Kroos, los preparadores madridistas se han esmerado en mejorar el estado físico del capitán. Y, visto lo visto, el trabajo ha surtido el efecto esperado. Seis goles en dos partidos y una frescura que invita a soñar.
«Necesitamos al mejor Benzema para ganar algo», aseguraban en la caseta madridista hace unas semanas. Sus compañeros ahora celebran que el francés esté recuperando sus mejores registros. Todos coinciden en que si el galo es capaz de brillar sobre el verde y tiene la puntería afinada, los títulos están mucho más cerca.
Los que mejor conocen a Benzema aseguran que está al cien por cien. Ya no hay molestias y se encuentra en perfecto estado. Es la primera vez que se siente bien. En plenitud. Ha recuperado la sonrisa y el Madrid se beneficia de que el Balón de Oro esté de vuelta. Y es que, en una temporada, digamos, que regular, suma 25 goles y ha repartido seis asistencias en lo que va de temporada. Ahora que regresa a su nivel más top todo debe mejorar.